Amor Divino, Magdalena esposa, abnegado Jesus.

 

 

"La primera ediciòn del Kristus och Judas lleva este categòrico epìgrafe, cuyo sentido, años despuès, monstruosamente dilatarìa el propio Nils Runeberg: No una cosa, todas las cosas que la tradiciòn atribuye a Judas Iscariote son falsas (De Qunicey, 1857). Precedido por algùn alemàn, De Quincey especulò que Judas entregò a Jesucristo para forzarlo a declarar su divinidad y a encender una vasta rebeliòn contra el yugo de Roma; Runeberg sugiere una vindicaciòn de ìndole metafìsica. Hàbilmente, empieza por destacar la superfluidad del acto de Judas. Observa (como Robertson) que para identificar a un maestro que diariamente predicaba en la sinagoga y que obraba milagros ante concursos de miles de hombres, no se requiere la traiciòn de un apòstol. Ello, sin embargo, ocurriò. Suponer un error en la Escritura es intolerable; no menos intolerable es admitir unhecho casual en el màs precioso acontecimiento de la historia del mundo. Ergo, la traiciòn de Judas no fue casual; fue un hecho prefijado que tiene su lugar misterioso en la economìa de la redenciòn. Prosigue Runeberg: El Verbo, cuando fue hecho carne, pasò de la ubicuidad al espacio, de la eternidad a la historia, de la dicha sin lìmites a la mutaciòn y a la muerte; para corresponder a tal sacrificio, era necesario que un hombre, en representaciòn de todos los hombres, hiciera un sacrificio condigno. Judas Iscariote fue ese hombre. Judas, ùnico entre los apòstoles, intuyò la secreta divinidad y el terrible propòsito de Jesùs. El Verbo se habìa rebajado a mortal; Judas, discìpulo del Verbo, podìa rebajarse a delator (el peor delito que la infamia soporta) y a ser huèsped del fuego que no se apaga. El orden inferior es un espejo del orden superior; las formas de la tierra corresponden a las formas del cielo; las manchas de la piel son un mapa de las incorruptibles constelaciones; Judas refleja de algùn modo a Jesùs. De ahì los treinta dineros y el beso; de ahì la muerte voluntaria, para merecer aùn màs la Reprobaciòn. Asì dilucidò Nils Runeberg el enigma de Judas.

Los teòlogos de todas las confesiones lo refutaron. Lars Peter Engström lo acusò de ignorar, o de preterir, la uniòn hipostàtica; Axel Borelius, de renovar la herejìa de los docetas, que negaron la humanidad de Jesùs; el acerado obispo de Lund,de contradecir versìculo del capìtulo veintidòs del evangelio de San Lucas……."

Pags 118-119 "TRES VERSIONES DE JUDAS"

del libro "Ficciones" de Jorge Luis Borges.

 

Trece años despues de haber visitado Suecia, me convenso ebrio de insomnio y de vertiginosa dialèctica, al igual que Nils Runeberg, verme errando por las vertiginosas calles de Malmö y la ciudad universitaria de Lund, o perdido en algunas librerìas de Estocolmo que nunca visite, al recorrer sus calles. (El editor o sea mi otro "YO").

 

 

 

 

 

 
 
Esta entrada fue publicada en Misterio y revelaciones misticas. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario